Entre tú y yo
Posted: miércoles, 30 de septiembre de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas: Las cosas que dejé en Cuba
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Llegué a conocer la vida de un hombre. Solo fue una casualidad de la vida, trabajando en la televisión pude filmar durante una semana la vida de ese hombre. Es otra persona. Elegante, glacial, discreto. Muchos amigos, poderosos amigos. Seguro. El mismo se siente seguro. Del lugar donde lo filmé hasta donde el lente lo alcanzó hay tantos metros. No se puede negar que antes un hombre así es preciso inclinarse. A las 11 de la mañana, el hombre sale de su casa. Yo lo sigo, con mi cámara. La seguridad me revisa y revisa el enorme carro. El sol se anuncia caliente. La ciudad caliente. La gente caliente. El hombre espléndido. El chofer maneja con cuidado, pero seguro. Pone tercera, después cuarta, dobla aquí, se mete allá. Se detiene. Al frente está la enorme oficina de reuniones. Son las 11 y media.
Antes los pasos del hombre, se detienen las malas noticias, los malos olores, la mala suerte. Saluda y sigue caminando. Saca un tabaco. Una mano lo enciende. Atravieza pasillos. Grandes pasillos. Enormes salas deja atrás. Al fin su enorme sala de 90 metros cuadrados. Espectacular. Se sienta, la puerta se cierra. Por fin me mira, bueno a la cámara. Se abre una ventana. Su mirada se pierde al exterior. Está lejos. Se percibe un lindo fondo, con un cielo azul. El horizonte del mar. Pequeñas embarcaciones. Mira su reloj. Es una enorme esfera dorada. Se levanta y avanza. El hombre atravieza los enormes pasillos. Deja atrás los amplios salones. Por fin la enorme puerta de salida. Entramos al carro. El sol se anunciaba caliente y es caliente. La ciudad caliente. La gente caliente. La vida espléndida. El chofer maneja con cuidado, pero seguro. Pone tercera, después cuarta, dobla aquí, se mete allá. Se detiene. Son las12 y media.Dentro de su palacio lo espera una hermosa bandeja con explosiones de Huevos, jamán, papitas, mariscos, vinos, jugos, frutas, quesos...
Al día siguiente, a las 11 de la mañana, el hombre sale de su casa. Yo lo sigo, con mi cámara. La seguridad me revisa y revisa el enorme carro. El sol se anuncia caliente. La ciudad caliente...