Cocorevolución

Posted: miércoles, 24 de junio de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Hablemos un poco de propaganda. Todos sabemos qué es la propaganda, no es necesario explicarlo, ni gastar tiempo, ni electricidad. La propaganda caribeña, la nuestra, no es la misma pero se explica igual.
La propaganda caribeña : campaña del estado al servicio del pueblo, tiene como objetivo la preocupación por cosas terrenales. La situación se refleja en cualquier lugar, dentro y fuera de la ciudad.
Los europeos, que viven en la otra zona tienen la suya : su Coco Chanel, Levis, Ikea, último celular, ect y nosotros tenemos hasta el casi infinito, los “héroes” (pasados) y más “héroes” (los que se añadieron en 50 años) ...y nuestras realidades.
El hecho es que tanto la televisión, la radio, la prensa como los carteles se sometieron a las leyes del marketing o sea en Europa o sea en Nuestra Isla del Caribe.

Hablemos de los carteles. Se sitúan entre propaganda política y comercial. Dando a entender por ambas partes, que la figura de un ciudadano es simplemente reducida a la condición de consumidor pasivo. Nos agrupan en masa, y por si fuera poco, nos reemplazan en la mente, autonomía y libertad, sustituyéndolas por conformismo y pasividad de carácteres regresivos.
Estas asociaciones de idea me llevó un tiempo hacerlas. Por supuesto tuvo su papel en ello mi amigo, bueno, no él de siempre. El es “extranjero”, como le dicen allá, y no puede pasarle inadvertida la referencia anterior. Basta caminar un poco por cualquier ciudad, cualquier poblado con él, para que salten a la vista los abundantes carteles : Hasta la victoria siempre, Batalla contra los enemigos del pueblo : mosquitos, Seremos como el che, Su ejemplo tiene una fuerza invencible, Volverán, Los cinco son un ejemplo de victoria, Patria o Muerte. Basta con verlo a él inmortalizándolos cámara en mano. Impactado, casi arrodillándose ante la figura del Che o la palabra Revolución con su R mayúscula. Ante mi mirada me explicó que buscaba el mejor enfoque. Luego me dice : "Me doy cuenta de que ustedes, los cubanos, han ido minimizando el respeto que los carteles suponen". También se alegra mucho de que yo esté hablando siempre de "Joseíto". Cómo no recordar a "Joseíto", si desde que soy pequeño me acompaña. El busto blanco en la escuela, junto a la bandera, en el billete de un peso, custodiando la Plaza, en la TV, consignas, carteles, la radio de onda corta. Creces con él y es como tu amigo, y sin embargo, no llega a empalagarme. Así son los medios(carteles), te hacen vivir una etapa pasada de la vida que no conociste. Hasta le celebramos el cumpleaños. Gracias a los medios él nos cae bien.
Para los de la otra zona, la propaganda es más peligrosa. Se presenta bajo forma de artículos perjudiciales o totalmente inútiles, haciendo promesas falsas. Me acuerdo cuando llegué acá vi una sobre una máquina para afeitar. Tenía tres cuchillas y era la última generación. Llevo tres años y van por seis cuchillas.
En resumen : digo que el efecto principal es que las dos zonas pierden la confianza en dicha propaganda. Sé que existen millones de personas que desean ser hipnotizadas para poder olvidar, por un instante, el mundo absurdo en que vivimos. Pero nada nos impide poner a un lado, un solo día, esa verborrea y recordarnos que cada uno de nosotros tenemos derecho a ejercer nuestra autonomía y libertad.

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