Sacrificio para Juan
Posted: lunes, 24 de mayo de 2010 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas: Juanita la de la esquina
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¡Coño! en esta cuartería siempre hay una jodedera distinta, cuando no es una bronca, es un borracho o alguien que cogen rascabuchando. ¿Será posible que no se pueda vivir en paz en este lugar ?Decía Jorge al mimo tiempo que desmontaba el viejo motor de carro.
Jorge era un tipo normal. Siempre había estado con una mano atrás y otra delante. En la familia eran iguales, uno para todos y todos comiendo soga. El se buscaba unos quilos en la mecánica de los viejos carros. Todos los que aparcaban frente a la Plaza de Marte, eran sus pacientes. Le gustaba la mecánica.
Juanita la de la esquina llevaba dando gritos en la cuartería desde hacía unos días. Cuando menos se lo esperaban, en medio de la novela, entraba como una loca y se le oían los gritos: qué si esto no se va a quedar así, qué me le voy a embazar en la casa y le voy a partir la vida…
Había sucedido que Juan, su marido se desapareció de casa hacía ya dos meses, diciéndole a la mujer que tenía que cortar caña durante 15 días por su trabajo y hasta el momento no había noticias de Juan. Las malas lenguas decían que se había ido con otra para Gibara, donde lo habían visto por última vez.
- Eso no se va a quedar así. Yo soy Juanita la de la esquina y a mi ninguna puta barata me levanta mi macho… ¡ay, pero tú verás, en esta le arranco el corazón!
- No jodas Juanita, si Juan seguro que está cortando caña como loco y tú estás maldiciéndolo todo el tiempo. El pobre debe de estar que le duelen los oídos de tanto escucharte. Le decía el presidente del CDR
Juanita era bruja de las malas; empezó desde niña, formaba amarres con huesos de muertos. Hacía ya varios años que ella y Juan vivían juntos. Una noche de sábado para domingo que ya la gente se preparaba para ver la novela, Jorge había invitado a su mujer a salir: Negra prepárate que esta noche nos vamos de rumba. No pasaron ni 10 minutos cuando la mujer de Jorge se puso inquieta:
- ¿Qué fue eso?