Le tren de Kafka

Posted: viernes, 16 de enero de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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En la isla, la gente se queja de lo malo que está el transporte, pero, si lo comparamos digamos con el metro de París, el transporte ¿es bueno o malo?. Todo depende con lo que se compare, un carro es rápido si lo comparamos con un peatón, pero si lo comparamos con un avión, el carro es una tortuga, y si el avión lo comparamos con una nave espacial, la tortuga es el avión. Todo es muy relativo.
En los pueblos existen autobuses, pero la gente con su teoría de “taxi-metro” al servicio y a cualquier hora, te dice que son muy inestables, y si funcionan, se debe a la inventiva de los choferes.
Existen también los famosos "amarillos", son inspectores del Estado, que están en las calles y carreteras parando todo tipo de medios de locomoción, para que la gente que quiere ir a un lugar y no tiene guagua ni carro, suba y aproveche para ir o acercarse al lugar deseado, luego de pagar un determinado e ínfimo importe al funcionario del Estado, el "amarillo".
El tren es el otro transporte que te puede llevar a la Ciudad Habana o otras provincias para muchos : es sinónimo de disgusto, agotamiento, fatiga e impotencia.
Viajar en un tren constituye una experiencia muy grande y agradable para la persona que quiera, si está deseosa del contacto directo con el mundo cubano, porque un tren es la suma de todos los mundos guardados en su interior. Es uno de los pocos sitios donde no existe diferencia de clases.
Me vi innumerables veces viajando en "el tren francés", el solo tren especial que te puede llevar en un corto tiempo de una parte de la isla a otra. Hay mucha gente que lo espera y cuando viene, corre como abejas al panal, solo caben 68 personas dentro de un coche, pero a nadie le importa. es la ley del más fuerte, a lo sálvese quien pueda.
Una tarde tenía un viaje para la Habana, asunto de trabajo. Empezó todo bien : una muchacha con tres cajones y dos maletas, casi cae al suelo porque el maquinista arrancaba sin darse cuenta. Según escuché, el maquinista quería demostrar que su equipo de pelota, "Industriales", podía competir a nivel internacional con los profesionales : ¡son los mejores del mundo cojonesss ! gritó poniendo la máquina en marcha. Salimos a buena hora 19:15.
Coche 15; Asiento23 ventana (lejos del baño)
Buena suerte. Todo el mundo conoce que las ventanillas son muy importantes :
- para que la gente disfrute el panorama exterior
- para renovar el aire cuando es asfixiante
- para burlarse de la gente que no puede abordar el tren en determinada estación.
Otra buena suerte, lejos del baño, porque algunos ya tenían enormes agujeros en el piso que mantenían en contacto al viajero con la tierra.
Veía a dos enamorados del tren que se besaban en la entrada del baño, con las puertas abiertas dejando escapar el aliento del verano. En la noche por fin cuando nadie los miraban empezaron a hacer el amor de pie.
Hora 22:54
Un hombre me despertaba con unos ronquidos que llegaban al otro coche. A mi lado estaba la mujer de los cartones, que de saberlo, hubiera rezado para que el tren la dejara. En los cajones había pescados moribundos y café. El olor era practicamente irreal y para el colmo la ventanilla no quería abrirse.
-no lo siga intentando, con la nueva ley bloquearon las ventanillas para que no robaran, por eso el aire acondicionado-me decía la mujer con una sonrisa de complicidad.
Y era cierto, una pequeña pantalla marcaba la temperatura
Temp interior 9°
Temp exterior 29°
Hora 09:36
El tren llegaba a Villa Clara. Nunca me bajo en las terminales y no me separo del espacio dedicado al equipaje para evitar que me lo roben. Durante todo el dia, era un desfile : los necesitados; los muchachos de las rifas; los testigos de Jehová; el que recolectaba botellas vacias; el que te vendía el mejor anillo o cadena de oro quemado; y los falsos religiosos que te leían el destino con una sola mirada y con un -¡dame 10 pesos!.
Hora 19:15
-Como es de bueno y noble este tren Francés- me decía una señora mayor- quieren acabar con él, hace 4 años y todavía no lo logran. Es el tren de kafka.- se reía con su doble intención.
Pensándolo bien es verdad, pero sigo pensando que los cubanos se quejan mucho y todo puede ser relativo.
¡Al fin llegué!
Señores pasajeros, el tren especial Francés hace su entrada a la Ciudad La Habana. Les damos la bienvenida y esperamos...
Messieurs les passagers, le train spécial Français fait son entrée à la Ville de La Havane, la capitale de tous les Cubains. Nous vous souhaitons la bienvenue et espérons...

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