La anunciación

Posted: lunes, 26 de octubre de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Los seres comunes (esos de los que mañana ya nadie recordará ni el nombre, ni la edad, ni las señas) representan la gran parte de cualquier sociedad. El caso de Arnulfo, es uno de ellos.
Una mañana, a las 9:24, se oyó en la sala de parto del Hospital “Juana de Oz” : “papá te quiero”. Fueron las primeras palabras que dijo Ernesto, al ver claramente las luces artificiales de la sala. Su padre, Arnulfo, estaba contento y cansado a la vez. Había pasado dos horas para dar a luz a aquella criatura. Solo le veía los ojos azules y la sonrisa de dientes blancos : ¡Igualito a su tatarabuelo, que en paz descanse! Dijo sin poder levantarse.
Ernesto bajó de la mesa y comenzó a dar pasos hacia el rostro de su padre. Era realmente asombroso como después de 9 meses uno ve crecer a su hijo en cuestión de segundos. A Ernesto se le notaba en la expresión la madurez del padre, la intelegencia del abuelo y la seguridad propia. Lo tocaba todo con las manos y reconocía los objetos en tres lenguas: español, francés e inglés.
Se detuvo un instante para asegurarse que sus ideas eran ciertas. Que su materialismo científico lo llevaría a la fama y que los problemas ecológicos sería mejor presentarlos en su próxima campaña presidencial. Avanzó para reconocer al fin a su padre, sacando del bolsillo izquierdo del traje hecho a la medida, una pluma francesa tallada en oro y una hoja para el testamento. Una sola firma y sería el abogado más feliz del mundo. Arnulfo se impacientaba. Quería ver por fin a su hijo. El cansancio, la vejez, la fiebre, su enfermedad contagiosa y el corazón le recordaban que ya no era el mismo que 10 segundos antes. Incluso estaba a punto de perder, por la enfermedad, el único ojo sano. Un segundo y por fin lo podría ver, pero dos golpes del corazón le negaron la alegría.
Ernesto se quedó con las ganas de tirarle a la cara el odio que sentía desde hacía 50 años. Con la pluma en la mano y el papel en el piso sintió las contracciones que desde 9 meses lo tenían preocupado. Y comenzó a dar a luz a su hijo. Eran las 9:25 de la mañana.

El país de las maravillas

Posted: domingo, 18 de octubre de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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En la Plaza de Marte apareció un cartel. El marido de Juanita la de la esquina se motivó a madrugar y acicalarse como para una fiesta. El cartel anunciaba buenos trabajos para los desempleados. Se solicitaban hombres entre 16 y 50 años para laborar en hoteles, en las cocinas, como chóferes, ect...
Caminando, se imaginaba al armario de la cocina con cantidad de latas de comida, listas para comer. Por supuesto no estaban vencidas. Bizcochos, bombones, leche condensada, "espán"... todo lo que le dejó de ser familiar. Las etiquetas, las marcas, los esloganes publicitarios. La idea tuvo la virtud de hacerlo sonreír. Dejó ver una impresionante fila de dientes, colmillos y molares blanquísimos que cuando llegó a la dirección indicada, un grupo nutrido de hombres se estremeció. Eran más de mil.
Se comentaba sobre las grandes ventajas de estos puestos ; si los enganchabas, entrabas en contacto directo con la comida en la cocina de un hotel. Trabajar como chofer de turismo era una fortuna asegurada.
Esos puestos no se encuentran si no es con un palancazo o pagando buen dinero. Encontrarlas gratis, ofrecidas mansamente por el estado, provocaba cierta extrañeza entre los hombres.
Cuando llegó la hora, con la puntualidad que rige el trabajo organizado, apareció una secretaria. Con voz dulce y ademanes profesionales pidió a todos, por favor, que le entregaran sus carnés de identidad para el control preliminar.
Se escabulló entre el tumulto desesperado por entregar sus documentos, y cuando al fin llegó a la secretaria, vio con asombro que una montaña de carnés lo sepultaba fuera de las mejores opciones. Pero no se desanimó.
Cuando los hombres habían entregado sus identificaciones, apareció de la nada el jefe del sector de la policía. Sacó de la montaña varios carnés de identidad de algunos de los 400 desempleados, volvió el rostro a la secretaria y le agradeció su cooperación por la tarea cumplida. Luego se dirigió a la concurrencia que miraba atónita el cambio de panorama:
-Tienen 48 horas para que busquen trabajo, o les voy a aplicar la ley de peligrosidad.
Antes de marcharse, boquiabierto y sudoroso, el marido de Juanita la de la esquina escuchó todavía al jefe de sector:
-Es la única forma de tenerlos a todos bajo control.

Historia de un sindicato

Posted: sábado, 17 de octubre de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Calle Enramada las casas tienen dos pisos, nunca más e imposible menos. Todas las fachadas están pintadas con cal. Distintos colores resaltan a la vista mientras el sol te mata y pocos carros pasan. El marido de Juanita la de la esquina se detuvo frente a una vitrina vacía, la tienda es de dos pisos de mármol blanco, como los de la panadería del barrio. Al pasar la enorme puerta colonial se encontró en un espacio casi vacío. Era en realidad una enorme tienda que dejó su utilidad para transformarse en oficinas del estado. Monótonas, con sus decoraciones eternamente idénticas. El marido de Juanita estaba convencido de que la decoración no estaba echa para la diversión. Los pasillos estaban algo oscuros. Los mismos muebles anónimos, reducidos y estrictos: una silla, una mesa y un enorme armario al estilo Luis XV. Su decisión de recoger un cheque de mil pesos en el sindicato municipal estaba tomada. Entró en la primera oficina de las muchas, pero de ahí lo mandaron para la del frente, es decir la del barrio. De allí a otra para poner un cuño. Luego tuvo que esperar unas dos horas, porque llegó en el horario de descanso. Lo llamaron para otra oficina más amplia, pero con los mismos muebles. Luego esperó una firma de la secretaria, pero ésta no tenía lapicero y tuvo que esperar, tiempo suficiente para coger aire y leer los dos periódicos. Y así sucesivamente hasta que se fue la corriente y lo citaron para dentro de 15 días. El cheque le fue otorgado por su condición de destacado y solamente podía utilizarlo antes de 14 días.
Cansado de rebotar de aquí para allá y de allá para acá sin saber si en fin era o no era destacado, explotó su paciencia en un monólogo, merecedor del premio nacional de su sindicato;
“Ser o no ser: he aquí el problema ¿Qué es más desgraciado para el espíritu del trabajador: sufrir los golpes y la ineficacia insultante de un sindicato, o tomar las armas contra un rebaño de inútiles? ¡Sufrir… gemir… no más! Y pensar que por el sueño de hospedarme en el Hotel Santiago con un cheque de mil pesos, trabajé como un animal, hice guardia, marché, pagué mi cuota sindical y de milicias, además de acumular 200 horas de trabajo voluntario remendando un canapé para un círculo infantil ¿Qué quieren, que siga mirando estas paredes, estas cuatro paredes?”.

Al día siguiente le dieron sus mil pesos. Ser o no ser un trabajador destacado municipal: he ahí el problema.

La última cena

Posted: jueves, 1 de octubre de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Esto ocurrió en una época en que la necesidad nos había reunido en un espacio de seis metros cuadrados. Allí practicamente vivíamos. Sabíamos que no comeríamos esta noche tampoco. Pero el feliz recuerdo del enorme almuerzo del día anterior, impedía toda angustia intestinal. Teníamos que hacer un largo camino, pues de nuestro cuarto al Hotel Leningrado había unos 10 kilómetros. Pero confieso que los caminé alegremente. Aunque ya nada tenía del almuerzo, me llegaba a tirar los deliciosos eructos y pedos que cabe imaginar.
Cuando llegamos, -se me olvidó decir que estaba mi amigo conmigo- nos agachamos para entrar en medio de la oscuridad. Pensaba que estábamos solos, pero un ruido nos hizo retroceder rápido. Comencé a preocuparme, pues no podía identificar este ruido. Los cinco tubos de ventilación que se encontraban alineados estaban ocupados. Ya empezaban a abrir las llaves de los mismos, era la hora de la comida y empezaba a salir el ruidoso aire. No entendí muy bien en un principio, pero pronto escuchamos distintamente las expresiones: ¡Langostas con mayonesa! ¡arroz con camarones! ¡Platanitos fritos! al mismo tiempo que pude ver el abrir y cerrar de narices que aspiraban el olor que salía de aquellos tubos.
Por supuesto eran las narices de otros vecinos de la cuadra que ya estaban enterados. Todos estaban tendidos boca arriba en sus respectivos tubos, aspirando el delicioso olor de estos platos. Mis ojos ya acostumbrados a la oscuridad, podían ver claramente las caras de Juanita la de la esquina, su marido, el médico y su mujer.
Después de todo las cosas no iban mal pues, nos dimos cuenta de que habían abierto dos tubos más y corrimos para no perder el plato de turno .
Esta vez no escuché ningún ruido pero flotó en el aire anunciándolo. No pude contener la alegría : ¡pollo! ¡pollo! aquello fue nuestra última comida. Al otro día, el hotel cambiaba de patrón, se llamaría San Pedro, el dólar empezaba a circular y los huecos del sistema de ventilación sufrirían sus transformaciones. Cuba ya llevaba tres años de Período Especial.

Entre tú y yo

Posted: miércoles, 30 de septiembre de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Llegué a conocer la vida de un hombre. Solo fue una casualidad de la vida, trabajando en la televisión pude filmar durante una semana la vida de ese hombre. Es otra persona. Elegante, glacial, discreto. Muchos amigos, poderosos amigos. Seguro. El mismo se siente seguro. Del lugar donde lo filmé hasta donde el lente lo alcanzó hay tantos metros. No se puede negar que antes un hombre así es preciso inclinarse. A las 11 de la mañana, el hombre sale de su casa. Yo lo sigo, con mi cámara. La seguridad me revisa y revisa el enorme carro. El sol se anuncia caliente. La ciudad caliente. La gente caliente. El hombre espléndido. El chofer maneja con cuidado, pero seguro. Pone tercera, después cuarta, dobla aquí, se mete allá. Se detiene. Al frente está la enorme oficina de reuniones. Son las 11 y media.
Antes los pasos del hombre, se detienen las malas noticias, los malos olores, la mala suerte. Saluda y sigue caminando. Saca un tabaco. Una mano lo enciende. Atravieza pasillos. Grandes pasillos. Enormes salas deja atrás. Al fin su enorme sala de 90 metros cuadrados. Espectacular. Se sienta, la puerta se cierra. Por fin me mira, bueno a la cámara. Se abre una ventana. Su mirada se pierde al exterior. Está lejos. Se percibe un lindo fondo, con un cielo azul. El horizonte del mar. Pequeñas embarcaciones. Mira su reloj. Es una enorme esfera dorada. Se levanta y avanza. El hombre atravieza los enormes pasillos. Deja atrás los amplios salones. Por fin la enorme puerta de salida. Entramos al carro. El sol se anunciaba caliente y es caliente. La ciudad caliente. La gente caliente. La vida espléndida. El chofer maneja con cuidado, pero seguro. Pone tercera, después cuarta, dobla aquí, se mete allá. Se detiene. Son las12 y media.Dentro de su palacio lo espera una hermosa bandeja con explosiones de Huevos, jamán, papitas, mariscos, vinos, jugos, frutas, quesos...
Al día siguiente, a las 11 de la mañana, el hombre sale de su casa. Yo lo sigo, con mi cámara. La seguridad me revisa y revisa el enorme carro. El sol se anuncia caliente. La ciudad caliente...

Lisandro's

Posted: lunes, 28 de septiembre de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Lisandro es un amigo reconocido y estimado por los suyos y por los vecinos. Siempre con el celular al oído, viste ropa de marca. En el garaje tiene parqueado un moderno carro. Uno de sus placeres es fregarlo todas las tardes frente a la casa donde vive. Disfruta pasar la esponja mojada por el metal reluciente, pero lo que más placer le provoca es ver la cara de envidia de los vecinos mientras él acaricia su auto.
Es el mejor aministrador de la provincial, destacado en todas las labores productivas y sobre todo vanguardia national. Con sólo dar un vistazo a uno de sus entidades sabe cómo van las cosas, si el trabajo promete o no. Tiene un don natural para la contabilidad y para la organización de los recursos materiales y humanos. Durante su carrera universitaria no fue de los mejores estudiantes. Más bien fue un mediocre, pero siempre supo aprovechar las oportunidades, y sobre todo sobresalir en la carrera política, siempre presto a ser el más "combativo", uno de los primeros en los actos políticos, en las concentraciones de masas, en los mítines. Militante de la UJC, dirigente de la FEU, etc., etc.
Su toque magistral está en lograr que el almacén, fábrica o establecimiento, genere ganancias para la empresa estatal, pero sobre todo que genere ganancias para él y su equipo. Su éxito se basa en la burocracia, la inercia, el descontrol, la ignorancia de los cuadros técnicos y administrativos. El otro día, él llegó a una panadería donde el robo era el lema. Lo contrataron como jefe de producción, porque necesitaban a un tipo capaz que organice, que les permita ganancias lícitas. Inmediatamente detecta "disfuncionamientos". Esperó una semana y comenzó a denunciar los métodos utilizados. El miedo y el pánico se apoderaron de los administrativos. A las pocas semanas todo cambió. La panadería terminó convirtiéndose en el mejor establecimiento de Santiago. Ahora sobrecumple todas las metas, gana gallardetes de centro destacado.

El lema de Lisandro es "A Fidel lo de Fidel, y a Lisandro lo que es de Lisandro". Vivo bien, dentro de lo posible. Tú sabes que aquí son los maestros del mimetismo. Nunca falto a una asamblea ni a una marcha contra los mosquitos, ni a una tribuna abierta contra los fantasmas del norte. Y eso es verdad, en su cuadra, Lisandro es un compañero ejemplar, nunca falta a una guardia del CDR. Es el que más comida aporta para las fiestas del 28 de septiembre, día de los Comités de Defensa de la Revolución, muchas veces la bebida va por él. Eso sí, evita por todos los medios que la gente entre a su casa. "Por las miradas indiscretas, aquí uno no sabe quién es quién".

De la literatura a la moda

Posted: jueves, 24 de septiembre de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Conseguir un determinado libro en Cuba no es tarea fácil si no se conoce a una persona que se dedica a vender libros. Ellos se nombran libreros ambulantes. Son los que recorren librerías estatales, portales y plazas públicas donde se venden libros viejos y hasta las casas donde las familias ya no desean seguir limpiándose con la biblioteca. En ocasiones, la búsqueda de un libro puede tomar días, semanas y hasta meses. O, sencillamente, el libro no aparece, y el librero se lo comunica al cliente.
Conozco, al mejor librero ambulante de Santiago. No hay obra editada en Cuba en cualquier época que mi amigo no haya tenido entre las manos. Como conoce el valor de cada una, fija el precio del libro, teniendo en cuenta también el interés y la premura de su cliente. Mi amigo es muy querido por escritores, artistas, y los lectores en general. Hace unos días, cuando lo visité en su casa, me puso al tanto de lo que ocurre con la venta de libros, tanto a los extranjeros como a la población. Por ejemplo, los jóvenes solicitan autores que se han marchado del país, como Manuel Moreno Fraginals, Heberto Padilla, Reinaldo Arenas, Manuel Díaz Martínez, Jesús Díaz y muchos otros. Los extranjeros que buscan libros que se han agotado en las librerías del Estado, y que a juicio suyo es la minoría, prefieren libros de Che Guevara. - ¿Y los libros de nuestro hermano, José Martí? Para vergüenza nuestra, apenas buscan libros de José Martí. Como si nuestro padre, hermano, no hubiera existido. Me intereso por lo que la población compra. - Libros con temas de auto-ayuda, de consejos: Cómo ser feliz, Cómo ganar dinero, la homoxesualidad. Libros de meditación, de yoga, esotéricos, de religiones afrocubanas. -¿Y los que no se venden? - Los libros de marxismo. Los libreros no los compran porque no se venden. Mucho menos aquellos famosos, de Economía-política, Filosofía marxista-leninista, que llegaban de la KDMOPE ( Unión Soviética). - Pero en general -me aclara- la venta está floja. No hay dinero en la calle, y el que hay la gente lo usa para comprar comida, un celular o un DVD, está de moda.

Tiempo al tiempo

Posted: martes, 8 de septiembre de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Vi con asombro las guaguas Chinas que según mi abuela, hace más de dos años la población venía esperando con interés y curiosidad.
Al montarme pude constatar que estructuralmente son sobrias y espaciosas. Los materiales son de plástico duro y resistente. Una abundante y adecuada disposición de ventanillas favorece la ventilación. Los asientos cómodos y rellenos, están adecuados al maltrato que suelen darles los cubanos. Según los choferes con los que he hablado, las características técnicas son muy buenas. En fin, la valoración que se hace de ellos es que son fuertes, modernos, cómodos y resistentes. Nadie mejor que los chinos para saber que el transporte público de un país como Cuba tiene que estar desprovisto de adornos. Hecho a prueba de guerras, maltratos e indolencias propios de la conducta humana cuando trasiega con lo que por ser de todos no es de nadie. Mi abuela que tiene un sentido realista, y que se basa en la experiencia de casi medio siglo pronostica que con el maltrato de los salvajes, el mal estado de las calles y el exceso de pasajes, dentro de poco las guaguas estarán hechas un desastre. Esto es lo que comentan ella y otros, porque es lo que han visto siempre. Pero como ninguna realidad humana obedece a leyes rígidas e inexorables, puede que con el cambio de las cosas cambie la gente y duren más estas guaguas. ¿Por qué no?

Viazul

Posted: by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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El acceso a la cultura cubana se logra desde cualquier sector. Nadie se queda fuera del atracón de arte y literatura ofrecidos como un tentempié espiritual para un pueblo convertido metafóricamente en el más culto del universo.
En Cuba lo mismo se matan cerdos en un combinado porcino con poemas, que se despide un muerto hacia la paz del sepulcro a ritmo de reguetón. Lo importante es la pachanga cultural.
La canción como “Padrino, quítame la sal d' encima”, que ha traspasado los escenarios de la cuartería, se instala ahora entre las opciones culturales de los ómnibus Yutong(VIAZUL).


Luego de las emocionantes peripecias para adquirir el boleto que incluyen altercados, chismes, estafas, sobornos y otros actos afines, sólo te resta ir el día señalado a la terminal.
Ya dentro, si no eres obeso ni tienes las canillas largas, ocuparás un asiento, rogándole a Dios que el viajero de adelante no le dé por reclinar el suyo, pues puede que te aplaste o te impida levantarte a orinar, si el baño funciona. Vencido ese trámite, escucharás las amables palabras del jefe de la tripulación.
“Estimados pasajeros, gracias por elegir la opción del Grupo Empresarial VIAZUL para viajar. Junto con la bienvenida, les advierto que no se puede comer sorbeto, pan con pasta, congrí ni yuca con mojo en el interior del ómnibus, pues las cortinas se mandaron a lavar. Además –continúa-, la temperatura del aire acondicionado no se puede subir sin que se empañe el parabrisas, así que prepárense a pasar frío si no trajeron colchas, sobretodos, medias de futbolista u otras prendas para abrigarse. Queda terminantemente prohibido encender hogueras en el pasillo. Pero lo más importante: el programa cultural es variado y de primera calidad. Contamos con un MP 3 de Marco Antonio Solís y un DVD del grupo Cola Loca. Ah, y los amplificadores son de última generación. Prepárense a gozar durante las 14 horas de viaje. Muchas gracias”
Y es ahí donde usted, aunque lo consideren picúo, demodé, o fuera de onda, quisiera alejarse del ómnibus a la distancia de un Pablo Neruda cuando escribió en una situación desesperada:
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo, la noche está estrellada y tiritan, azules, los ASTROS a lo lejos. ¡Solavaya!

Patrimonio de un amigo

Posted: viernes, 26 de junio de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Conocí a mi amigo en los años 80, cuando se mudó con su mamá para el barrio. Venían del campo. En esos tiempo facilmente te podías aprovechar de una casa deshabitada. Mucha gente se iba por el mar y adios pasado, que venga “futuro”. Ellos se instalaron en frente de mi casa. Eso sí, la casa necesitaba arreglos, pero lo esencial era que ya tenían techo. Fueron meses de ardua faena. Todo marchaba bien. Un día se apareció su madre con un nuevo amigo, o “novio", como le dicen allá. Un hombre que se decidiera a hacerle frente a la situación y a ayudarlos en los quehaceres del hogar sería lo mejor que les podría suceder.
El arreglo de la casa terminó. Meses después, la noticia de que su madre, Marta, padecía de cáncer paralizó a su hijo. Nada se podía hacer. Sólo esperar. Rogelio, el padrastro, se llevó a “pasear” a Marta. De regreso, ya eran oficialmente marido y mujer. Marta falleció poco tiempo después. La casa les pertenecía a los dos. Mi amigo empezó a vivir una pesadilla sin final. Pasaron dos años, entre discusiones y pleitos con el padrastro.
Llegó el momento de exhumar los restos de la madre. Mi amigo realizó las gestiones. Al llegar al cementerio Santa Ifigenia, los sepultureros le informaron que el cadáver no estaba. Punto. Su madre desapareció. Mi amigo, espantado, con los ojos húmedos, cuenta que una noche escuchó ruidos en el cuarto de su padrastro. El ruido no era habitual. Al entrar, lo sorprendió con los restos de su madre, revolcados en la habitación.
Su padrastro le dijo que ahora estarían juntos los tres para siempre. Rogelio era religioso y decía a mi amigo que teniendo los restos de su madre en la casa podían escucharla deambular por las noches.
Rogelio perdió el sueño, pero no la razón. Mi amigo recogió los restos de su madre y los llevó para el museo, donde trabajaba como conservador. Allí reposan. Sólo él y yo por supuesto, sabemos el lugar. Nos preguntamos cómo Rogelio robó los restos de su madre, pero ya estaban en un lugar seguro.
Días depués el padrastro desapareció. Se dice que se convirtió en paloma y que todas las mañanas pide su comida, como buen religioso. Ahora cada vez que voy al museo Emilio Bacardí, puedo dedicarles un pequeño rezo a los huesos que se exiben como el único patrimonio auténtico de la civilización española.

De tal palo tal astilla

Posted: jueves, 25 de junio de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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La religión afrocubana tiene su historia, la que practica mi madrina (Juanita la de la esquina): es el palo monte. No se preocupen que le explicaré en tres palabras. Es una religión que toma mucha disciplina, esfuerzo, tiempo y dedicación. El palero es aquel que se ha rayado en un fundamento. Hay diferentes clases de rayamientos. Todo palero aprenderá el vocabulario congo, los cantos y ciertas yerbas. La persona que vaya a recibir la ceremonia de rayamiento no deberá tener ningún tipo de relación sexual por siete días antes, esta es una ceremonia de consagración y deberá entrar limpia. Esta religión esta basada totalmente en lo que es la naturaleza. Se trabaja con las plantas, yerbas, palos, tierras, piedras y diferentes tipos de aguas, como agua de lluvia, mar, río, lagunas y hasta agua de charcos.También se trabaja con la luna y el sol en sus diferentes estaciones. En el palo al muerto se le manda y al santo se le pide. ¿ Entendieron ? Bueno el caso es que la semana pasada a Juanita la de la esquina, mi madrina, la visitaron los inspectores de Salud Pública en su misión obligatoria de lucha contra el dengue. Mi madrina que estaba en la esquina se apresuró a entrar a casa, para recibir con la mejor de sus sonrisas a los invitados de marca. Los mandó pasar, permitió que registraran patio, cocina, baño y cuartos. La inspectora, linterna en mano, revisó los tanques de agua, preguntó si la taza del inodoro no tenía salideros, si no tenían otros recipientes con "el preciado líquido", y si tenía vasos para sus muertos queridos.
¡ Ah, pero en el cuarto de los santos ! Ese, que le trae buena suerte, dinero, haijados y no deja entrar malos ojos, ni zarabandas, ni polvitos, ni malas intenciones, cohabitan las larvas del mosquito. A la par de cada santo, tres o cuatro recipientes con agua, es decir, todo un carnaval. Ahí mismo se armó el “sálvese-quién-pueda”. La inspectora puso cara de atea.
-No sé cómo carajo se puede vivir con tantos santos, le dijo
Desde ese momento, me di cuenta de que Juanita la de la esquina, mi madrina, posee poderes sobrenaturales. Con severidad todos los santos miraron a la pobre inspectora, a la que poco a poco se le convertía la cara en una especie de mosquito. La mujer lloraba, gritaba y pataleaba, deshecha en disculpas, pero no logró que le quitaran el daño.
Días después, mi madrina empezó a recibir más haijados que de costumbre. Tuvo que marchar muy bien la cosa, o, por qué para consultarse con ella había que sacar cita con bastante días de antelación.
-madrina, ¿y por qué ahí tanta gente?
-no comentes nada, pero es gracias a un nuevo santo milagroso.

Cocorevolución

Posted: miércoles, 24 de junio de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Hablemos un poco de propaganda. Todos sabemos qué es la propaganda, no es necesario explicarlo, ni gastar tiempo, ni electricidad. La propaganda caribeña, la nuestra, no es la misma pero se explica igual.
La propaganda caribeña : campaña del estado al servicio del pueblo, tiene como objetivo la preocupación por cosas terrenales. La situación se refleja en cualquier lugar, dentro y fuera de la ciudad.
Los europeos, que viven en la otra zona tienen la suya : su Coco Chanel, Levis, Ikea, último celular, ect y nosotros tenemos hasta el casi infinito, los “héroes” (pasados) y más “héroes” (los que se añadieron en 50 años) ...y nuestras realidades.
El hecho es que tanto la televisión, la radio, la prensa como los carteles se sometieron a las leyes del marketing o sea en Europa o sea en Nuestra Isla del Caribe.

Hablemos de los carteles. Se sitúan entre propaganda política y comercial. Dando a entender por ambas partes, que la figura de un ciudadano es simplemente reducida a la condición de consumidor pasivo. Nos agrupan en masa, y por si fuera poco, nos reemplazan en la mente, autonomía y libertad, sustituyéndolas por conformismo y pasividad de carácteres regresivos.
Estas asociaciones de idea me llevó un tiempo hacerlas. Por supuesto tuvo su papel en ello mi amigo, bueno, no él de siempre. El es “extranjero”, como le dicen allá, y no puede pasarle inadvertida la referencia anterior. Basta caminar un poco por cualquier ciudad, cualquier poblado con él, para que salten a la vista los abundantes carteles : Hasta la victoria siempre, Batalla contra los enemigos del pueblo : mosquitos, Seremos como el che, Su ejemplo tiene una fuerza invencible, Volverán, Los cinco son un ejemplo de victoria, Patria o Muerte. Basta con verlo a él inmortalizándolos cámara en mano. Impactado, casi arrodillándose ante la figura del Che o la palabra Revolución con su R mayúscula. Ante mi mirada me explicó que buscaba el mejor enfoque. Luego me dice : "Me doy cuenta de que ustedes, los cubanos, han ido minimizando el respeto que los carteles suponen". También se alegra mucho de que yo esté hablando siempre de "Joseíto". Cómo no recordar a "Joseíto", si desde que soy pequeño me acompaña. El busto blanco en la escuela, junto a la bandera, en el billete de un peso, custodiando la Plaza, en la TV, consignas, carteles, la radio de onda corta. Creces con él y es como tu amigo, y sin embargo, no llega a empalagarme. Así son los medios(carteles), te hacen vivir una etapa pasada de la vida que no conociste. Hasta le celebramos el cumpleaños. Gracias a los medios él nos cae bien.
Para los de la otra zona, la propaganda es más peligrosa. Se presenta bajo forma de artículos perjudiciales o totalmente inútiles, haciendo promesas falsas. Me acuerdo cuando llegué acá vi una sobre una máquina para afeitar. Tenía tres cuchillas y era la última generación. Llevo tres años y van por seis cuchillas.
En resumen : digo que el efecto principal es que las dos zonas pierden la confianza en dicha propaganda. Sé que existen millones de personas que desean ser hipnotizadas para poder olvidar, por un instante, el mundo absurdo en que vivimos. Pero nada nos impide poner a un lado, un solo día, esa verborrea y recordarnos que cada uno de nosotros tenemos derecho a ejercer nuestra autonomía y libertad.

Zapato-excremento

Posted: lunes, 8 de junio de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Le cuento a mi amigo que la ciudad donde vivo, Montpellier, tiene una gran similitud con Santiago de Cuba y La Ciudad de la Habana. Los acontecimientos sufridos en estos tiempos me hacen pensar eso. Ahora soy precavido y observo con detenimiento el asfalto. Para mi familia soy una especie de detector de minas. En otras palabras, detector de protuberancias fecales, haciendo las tres ciudades los mayores servicios sanitarios al aire libre.

En Santiago la noche es peligrosa para los peatones desprevenidos, pues plantarle la suela a una defecación de perro vagabundo, cambiarle el diseño a la de un gato o desparramar la de algún inquilino habituado a aportar su cuota de pestilencia a la calle -bien como protesta o simplemente por necesidad- es algo casi natural. En la Ciudad de la Habana, muchos hogares carecen de inodoros e innumerables barrios afrontan una escasez en el suministro de agua que impide la práctica de métodos civilizados. Este es uno de los motivos para la proliferación de las inmundicias. El otro es la fatal entronización de la indisciplina a gran escala, llamado “zapato- excremento”.
”Cuba que linda es Cuba, quien la defiende la quiere más” hermosa las postales turísticas. La gente no cambia y no quiere cambiar. Todo no puede ser la culpa del Estado. Los sembrados de porquerías pululan frescos y rancios, en las aceras y en las avenidas, solitarios y envueltos en trozos de prensa oficial.
Le digo a mi amigo que existe otra semejanza, y es que aquí, el “Estado” se encarga de poner al servicio del cliente pequeñas bolsas plásticas. Es cierto que a diferencia tenemos que pagarlas con nuestros impuestos, pero se imaginan ustedes con esos distribuidores al servicio de nuestros cubanos. Se acabó lo que se daba. Es inquietante lo que sucede, aunque el cubano se acostumbra, incluso colabora con el desparpajo como si nada le interesase. Hasta cierto punto se impone la lógica.
Mi amigo palideció dentro del baño de un hospital. Tuvo que entrar en el hospital para orinar. Había una cola enorme. Me cuenta en detalles que bajo el cartel de NO FUMAR, varias personas expelían sendas humaredas indiferentes y conversando con el sosiego y el tono de quienes asisten a un partido de beisbol. Del baño salió con los ojos al borde de soltar lágrimas. No pudo esquivar las heces, que se encontraban detrás de la puerta. Pudo salvar la camisa que le regalé: Montpellier.

Café off

Posted: miércoles, 3 de junio de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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A nosotros o casi a todos nosotros, nos gusta saborear una tacita de café. En las casas podría haber faltado cualquier cosa, pero siempre está presente la tacita de café, presta a recibir al visitante. A falta de razones, el no ofrecimiento de café es considerado por la visita como descortesía.
Pero qué esfuerzo. La canción de Mamá Inés “todos los negros tomamos café”, está algo lejos. Y cuando digo esto me viene a la mente mi amigo, porque según él, cuando se levanta sin tomar café le entran mareos y su cuerpo se embobece.
El café se vende cada 15 días por la libreta de racionamiento a razón de dos onzas por persona. A veces, cuenta mi amigo, que no llega a las dos onzas, pues el sobrecito viene roto. Pero tú sabes mejor que nadie ¡ qué no es café!. El contenido de ese envase consiste en una mezcla de chícharos y café, con predominio del primero sobre el segundo, en proporción desconocida, oculta a la población como secreto de Estado. Casi nadie lo sabe.
Dos onzas de café se van en dos coladas. ¿Y el resto del tiempo qué?. Opción. Mi amigo se tiene que levantar una hora antes de ir al trabajo, ir a las pocas cafeterías que aún existen, y comprar el brebaje oscuro y carente de aroma al precio de 10 centavos por taza. Para obtenerlo debe conocerse el horario de colada, me cuenta él, que varía caprichosamente, y desafiar la fila o cola de adictos, donde son frecuentes los gritos a los que quieren colarse o retardan el movimiento al demorarse soplando el caliente brebaje.
En realidad, la forma más común de satisfacer el deseo o necesidad es comprándole café a particulares que ofertan una mezcla de dos partes de chícharo tostado y molido con una parte de café, al precio de 5 pesos por latica metálica de leche condensada.
¡ Claro está ! la venta es peligrosa. Es un peligro considerable que está en la naturaleza misma del producto. Su aroma se adueña de la atmósfera alertando el olfato de los CDR, omnipresentes delatores. Aunque su presidente de vez en cuando toma su café a escondidas.
Como ves, no es fácil mi hermano, así que cuando vengas lo solo que te pediré es una librita del preciado tesoro, que exportamos y que no tomamos. Yo sé que tu conoces esta realidad, pero te la recuerdo para que no te olvides, que todos los negros tomamos café.

Naturaleza muerta 2

Posted: viernes, 29 de mayo de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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La calle, tranquila. Entré a mi casa con el maletín y la carne.¡ Sin novedad en el frente!
Mi mujer se puso contentísima. ¡Cinco libritas de carne! La cortamos en bistecitos que parecían tela de cebolla, finitos, para que alcanzara para los muchachos y nosotros, pero decidí que me comería dos de aquellos.
Sacamos unos cuantos, los pusimos en una cazuelita y los adobamos con limón , sal y ajo, ah, y una cebollita pequeña.
Como a las ocho de la noche decidimos sentarnos a la mesa: bistec ( dos para cada uno), arroz y ensalada de tomate. ¡Un banquete!
Cuando iba a llevarme el primer pedazo a la boca con el tenedor, tocaron a la puerta. Fue un toque duro, con autoridad. Alguien de la familia, seguro.
En efecto, mi suegra.
Yo andaba por el cuarto, escondiendo los platos. No se me ocurrió otro lugar más apropiado que meterlos bajo la cama.
La vieja llegó hasta el cuarto, por poco me sorprende en la escondedera.
- Mijito, ¿ qué te pasa que estás metido ahí? ¿ Te sientes mal? ¿No han comido? Ay, qué olor a carne frita. Oye, ¿ ustedes comieron carne hoy?
-No mima, ¡qué va! ¿Carne? ¿ En qué mundo tú vives, chica?
Era mi mujer que se encontraba tras ella y me hacía señas de que la sacaría pronto de circulación.
- Es el olor, ¡qué olor más rico, cojones!
¡Seguía mi suegra con lo del olor!
Y la vieja se fue para la sala, los niños estaban en casa de la vecina, viendo una película de vídeo.
- Guillermo ni se te ocurra decirle a mi mamá que conseguimos carne.
- ¿ Por qué chica?
- ¿Por qué? ¿Ya se te olvidó que mi padrastro es Jefe de Sector en Martí?
Mi mujer se sentó al lado mío, en el borde de la cama. Bien al borde, porque el centro se hundía como una red de pesca.
- Coño, pero yo no puedo creer que tu padrastro nos vaya a echar pa`lante. ¡ Vaya, me parece imposible!
Me acomodé más hacia el borde.
- Esto no es igual, dale un bistec, que se lo coma con nosotros o con los muchachos, cuando suban y que no le diga nada a él.
- Ella se lo cuenta todo a él. ¡No puede ser!
- ¿Qué cuchichean ustedes ahí? Parece que están rezando, ¿cuál es el misterio que se traen entre manos?
Mi suegra, ahora de pie en la puerta del cuarto. De regreso de su excursión por la sala y la cocina. Mi mujer se levantó de la cama y los muelles protestaron.
- Mima, no es nada. Es un asunto entre Guille y yo. Te voy a dar los hilos que me pediste para que puedas coger la camioneta que pasa para Versalles a las nueve y media, si pierdes ese, hasta las once no pasa otra.
- Oye, niña, ¡qué apurada estás en que me vaya!
- La calle está peligrosa. Dicen que hay un violador por ahí, por la línea del tren.
La vieja se echó a reír.
- A mí no hay quien me meta mano. Oye,¡qué olor a carne frita!
- Y sigues con lo mismo. ¡Cuando la coges con una cosa no la sueltas!
Mi mujer le preparó un paquete con hilos de diferentes colores, también le echó unos botones y la despidió rápido.
Nos volvimos a sentar a la mesa sobre las nueve y algo de la noche. Sin bisteces. Los ratones se encargaron de la tarea.
Ahora tengo un ligero tic que mi mujer no soporta. Me quedo largos minutos masticando. Luego trago con agua. Aquel cuadro de la sala desaparació para siempre.

Naturaleza muerta

Posted: jueves, 28 de mayo de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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En la pared de la casa de Guillermo, el médico del barrio, solo había cuadros de comida. Todos los países estaban representados: España era el primer plato que siempre le gustó a su mujer. La semana pasada, aquella página del la revista "Hola" española, convertida en cuadro fue la perdición de Guillermo.
Yo tenía ganas de comerme un bistec de res, sabroso, gordo, rebosante de sangre. Como lo anunciaba aquel cuadro que estaba en la sala. Se lo dije a mi mujer , pero me miró atravesada, nadie iba a venderme carne de res. Es que yo había olvidado a qué sabía un bistec de res, pero aquel cuadro me despertó el recuerdo. Fue idea de mi mujer decorar la casa con escenas típicas de distintos países. Por supuesto la cocina fue el tema principal.
Estuve tres o cuatro días indagando en le barrio, quién podía venderme unas cuantas libritas de carne. Pero nada.
Al quinto día se apareció en la puerta de la consulta Juanita la de la esquina
- Docto’, yo tengo carne de primera.
La observé, el estómago reaccionó primero. Hizo un leve ruido, se movía. Luego se me movió la mente.
- ¿A cuánto?
- A cincuenta la libra, pero por ser pa’ ti, te la dejo en cuarenta, ¿ te cuadra?
- Me cuadra, ¿ te doy en medicamentos lo que no pueda darte en efectivo?
- Meprobamato y Parkinsonil. El Mepro pa`mi y el Parkin pa`Lezama. Agarra tremendas notas, lo liga con el ron y se pone a gritar historias.
- Adelante con los tambores, ahora no hay nadie. Vamos pa`tu casa.
Eran como las once y pico de la mañana. Llegamos a la casa de Juanita. Una de las hijas estaba limpiando la sala, era un piso de mosaicos antiguos y rajados, pero que cogía buen brillo si frotabas duro. Olía a kerosén fresco. Comprobé que la muchacha echaba unos chorritos de una botella en el cubo de la limpieza. Era luz brillante.
- Pasa, Guillermo... No te quedes ahí en la puerta.
La hija tenía una voz dulce y la sonrisa de la madre, abierta, con la misma cantidad de dientes. Era delgada y fibrosa y movía la cintura de una forma contagiosa.
- No, me quedo aquí.
La madre nos dejó hablando y desapareció por un pasillo mientras su hija pasó el trapeador por debajo del sofá y dos cachetes asomaron por debajo del diminuto pantalón, allí se quedó unos minutos como si buscara algo bajo el mueble.
- Esto es de primera. Cinco libras, a cuarenta: doscientos pesos. Dame cien pesos y lo otro en pastillas, ¿okey?
- ¡Sabroso! Mañana te traigo el dinero y las pastillas.
- Llévatelo en este maletín, no suda por fuera. La del comité estaba en la puerta cuando entramos. Nunca nos ha denunciado porque siempre la tocamos con algo, pero esta vez no le dimos nada y nos tiene el ojo echaó. Docto’, si te paran muérete antes de decir que te vendimos esto...(seguirá mañana)

La historia de Juana

Posted: martes, 19 de mayo de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Mi primo Sergio era todo un personaje, tan chiquito como su perra e igual de pendejo. Recuerdo que un día le prendí una en el hocico de Mirringa y él salió disparado por todo el patio junto a su perra. Todo eso sucedió mucho antes de la separación de mis padrinos. Después vino el cambio. La separación de mis padrinos. Una tarde mi madrina y su vecina se halaron los pelos en medio de la calle. Las palabrotas que vomitaba mi madrina:¡hija de puta eres la más barata de todas las coño su madre!. Pero de nada sirvió, mi padrino se fue tras aquella "hija de puta" y todo se jodió. Desapareció para siempre el esquema familiar. Mi primo Sergio cambió.
Mi padrino era un tipo bajito y flaco, negro. Aún hoy no me explico cómo podía luchar en la cama con mi madrina, una mujer que triplicaba su peso y casi la mitad de su estatura. Era vicioso a fumar tabacos, siempre lo podías encontrar en el portal con uno de ellos en la mano aunque estuviera apagado. Luego tuvo dos hijos más con la vecina y se parecían mucho a mi primo Sergio.
En la casa de mi madrina las únicas sesiones de espiritismo o santería, no eran las únicas fuentes de ingreso, ellos practicaban en ese tiempo la bolita. Allí mismo y cruzando la avenida de San Pedrito justo en la esquina de la Conga de San pedrito, bajábamos por una callecita y asistíamos a las sesiones de mi madrina. Vi cosas extrañas en esas sesiones aptas para todas las edades de aquellos tiempos, como por ejemplo, cuando se invocaba la presencia de algún muerto y éste aparecía en el cuerpo de la persona en trance, entonces se establecía un breve diálogo entre el familiar y el muerto presente.
La casa de mi madrina fue vendida después de la separación.Vivieron en la avenida Garzón, casi frente a ellos vivía mi abuela. Nunca más oí hablar de santería o espiritismo, creo que pasaron muchos años, bien fundadas razones tuvo la madrina para desconfiar de unos santos tan cabrones que le robaron a su marido. Ambas casas eran de mampostería y algo amplias, luego, con el correr de los años, he tratado de explicarme esa facilidad que tenía mi madrina para vivir bien. Ella fue la que mejor vivió de todas sus hermanas y hermanos, pero lo asombroso es que nunca le conocí vínculo laboral alguno, y tampoco practicaba ese negocio viejo del cuerpo, porque ni eso poseía, era gordita y cilíndrica, solo podía presumir de sus ojos encantadores que nadie sabe dedonde salieron verde claro, porque en mi familia todos eran trigueños, y con esto no quiero poner en tela de juicio la pureza de su familia.
Parece que los hombres siempre se sintieron atraídos por aquellos bellos ojos, porque de verdad, nunca le faltó marido y todos con buenos empleos, aunque para serles sincero, todos le duraban lo mismo que un merengue en la puerta de un colegio, solo el último logró sobrevivir muchos años, hasta que estando aquí afuera me enteré que murió. La dejó con muchos hijos. Ella siguió su vida convirtiéndose para todos en Juanita la de la esquina.

En Cuba todo el mundo es artista

Posted: jueves, 14 de mayo de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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La mayor parte del tiempo, nosotros los cubanos mostramos cuan grande es nuestra obra. Si llegamos a E.U, europa, China, Japón, tienemos que sacar el aire caribeño que “aquí el que manda soy yo cojones”. Mi vecino es uno. Espécimen en via de extinción. Se llama Julian, pero todos lo conocen por José Lezama Lima. Escritor cubano ya fallecido, autor de “Paradiso” y probocador de la gran cena lezamiana en el filme “Fresa y Chocolate”. Las ocurrencias de Julian, perdón, Lezama fueron muchas. Según afirmaba, fue explorador, mago, marinero, profesor, dueño de una plantación de caña, entre otros cien oficios, y estuvo prisionero durante el gobierno de Batista, cuando lo confundieron con un espía alemán.
El grupo que estaba sentado alrededor de la esquina, fijó los ojos en el cabello blanco de Lezama Lima, sus espejuelos espesos, la forma de mover los labios y la dureza del rostro cuando lo decía.
Se sentía dueño de todo lo que había en el barrio. La esquina era el espacio mágico donde, entre la hilaridad y el desconcierto, escuchábamos las mil y una historias de Julian, perdón Lezama.
Apretados los unos contra los otros en la pequeña esquina del barrio, a veces sustituíamos los juegos callejeros por las historias de Lezama.
“¿Ya les dije que Abel Prieto me solicitó que escribiera la historia del tabaco en Cuba? ¿Y que decidí titularlo Nicotine Tabacum Amerique Latine?”. Y miraba los rostros aprobatorios sin detener su lengua.
-Nadie conoce como yo, las causas del moho azul y la roya del tabaco. En mis vegas de Pinar del Rio se daba la mejor hoja del mundo, casi del tamaño de una sábana, pero las abandoné para llevarme la mujer del alcalde. ¿Verdad, Nena?
Su esposa, Juanita la de la esqina respondía desde la ventana:
-Sí, Julian perdón, Lezama.
“Eran tiempos duros. Tan sólo por hablarme alto sacaba la escopeta y balazos pa’ cualquiera.”
Pero donde más seguidores tenía era con la literatura. Convertido en intérprete, traductor, editor de lecturas y títulos de obras escuchadas por radio. Siempre nos dejaba boquiabiertos.
-¿Les hablé de la muchacha que convertí en escritora junto a otros escribanos de mala muerte para las letras?
Y se tomaba un aire, asentando sus pasitos cortos y perdía la mirada en las en la entrada del puerto de Santiago.
“Se llamaba Caridad. ¡Qué muchacha aquella! Era una flor. Lo único que apenas podía caminar por los juanetes, tenía un ojo atravesado y era de poco pelo y fuerte olor. ¡Pero como besaba esa condena!”.
Un suspiro hondo separaba cada evocación de la mujer antes de hablar de su obra predilecta:
-¿Alguno de ustedes han leído siquiera por casualidad algo sobre “El rey de la Habana”, “Antes que anochezca”? ¿No? Pues ese soy yo.
Y de forma ritual, como cada tarde, se colocaba la mano sobre el pecho y concluía:
“Esa es mi historia, aunque contada por los hermanos Pedro Juan Gutierrez y Reinaldo Arenas, a quienes este humilde servidor abrió los caminos de la literatura”. Yo Julian, perdón José Lezama Lima.

Más lejos que Cuba

Posted: sábado, 2 de mayo de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Acá les cuento las diferentes etapas que todos los cubanos pasan. No sé si existen bravos guerreros que niegan o dicen lo contrario. Algunas de estas etapas son el recuento de las largas conversaciones con mis compatriotas. Yo siempre diré que uno es de donde se sienta bien. En mi caso me siento bien en Francia al lado de mi familia. En el caso de otros ya podrán leerlo detenidamente. Y eso, a nosotros los cubanos no nos lo aprendieron en la escuela. La realidad de la vida es nuestra última escalera y muchos no llegan. Reconocerse es el miedo que nos persigue. Para gran sorpresa irse de un país, el cual tú conoces de arriba abajo significa pensarlo bien. Después si te decides a quedarte te lo perdiste y si es lo contrario los compañeros de inmigración te harán conocer que aún puedes arrepentirte. La carta blanca, el pasaporte, la carta de invitación. Estos tres pasos llevan su tiempo. Tiempo. Tiempo. Tiempo. Tiempo y después Tiempo.

Tu familia, el barrio, los amigos y enemigos. Adíos a todos. Aeropuesto Internacional José Martí(poeta, padre, pensador, amigo, escritor, bonito y héroe nacional de Cuba; vivió gran parte de su vida en el monstro, EU. ¿Le gustó?). Uniforme de Inmigración. La ventanilla. Momentos de tensión. El compañero lee de punta a cabo el pasaporte como una novela. Mira 40 veces tu foto. Sudas.
Preguntas del compañero:¿A dónde vas? -¿Por qué? -¿Visita por tres meses? -¿Y vuelves? –
Respuestas: Voy paraaa, voy paraaa como se llama- Me casé(dices bien bajito)Sí compañero, por supuesto. Finalmente el Cuño.
El avión. Retraso. ¿Escuché bien o será en inglés? ¿Y ahora por qué el avión sale con retraso? Seguro que es por mí. De seguro alguien se enteró de los 100 dólares que le pasé al Director por la firma de la liberación. (No te quejes, si taita Julián hubiera podido comprar su carta de libertad por 100 dólares, la historia de Cuba hubiera sido otra...). Cuando el avión finalmente despega te vuelve el alma al cuerpo.

Sentado en el avión. ¿Cómo se cierra el cinturón? No pidas otra Coca Cola no vaya a ser que "no te toque" o que la aeromoza te dé una mala contesta. Oyes voces, ¿estarás en el paraíso?¿Serán ángeles ? No. ¿Qué cosa es un Seguro? ¿Cómo sacar dinero de una máquina sin meter la tarjeta al revés?
Llegas. Ves lo que te imaginaste. Te desmayas en las grandes tiendas. Chocolate, leche condensada, carne mucha carne, cerveza, arroz, leche, miles de productos. Cuando entras a las tiendas te pierdes. Para comprar un cepillo de dientes te tardas dos horas. Los carteles publicitarios son gigantescos. Por primera vez pasas de las 150 libras pues te haces las tortillas con 10 huevos, jamón, cebolla, lo que encuentres. Comes un pedazo de carne en el desayuno. Quieres ganar el tiempo perdido. Comer, comer y comer.
Ahora a buscar trabajo. Y... "pasaron 1, 2, 3, 4, semanas; 1, 2, 3 meses" ¡Cojones, ni de sepulturero encuentras trabajo!. Tienes que pasar diplomas en otro idioma. Claro estás en vía de integración (bonjour Monsieur en quoi puis-je vous aider ? comment vous appelez-vous ? Remplissez ce papier, je ne le comprends pas). Conoces la ciudad de arriba abajo y no has hecho ni un amigo. ¡Te empieza a molestar la soledad y no hablar tu idioma!
Tu mente es una cabrona. Empiezas a pensar en la familia, en el barrio, en la mesa de dominó. En los negrones que al pasar las muchachas decían cochinadas (hoy piensas que son piropos). ¡Qué simpáticos muchachones!. Puedes imaginarte a la vieja levantarse e inundar la casa con el aroma de café que aunque fuera chícharo.
¡Reconoces qué lindo es tu país y su gente y que jodío es el frío!
Descubres a Lecuona, Matamoros, el Bola, Maria Teresa Vera, Buena Vista Social Club y a Compay Segundo. Tus libros tienen como tema: Cuba. Ahora quieres ser diferente, es más, hacer saber a todos tu origen.
Entiendes de una vez que los que estamos fuera, necesitamos más de los que están allá, que ellos de nosotros. Sus problemas se “resuelven” mandando euros, lo que necesitamos nosotros no cabe en mil correos.
Llega finalmente la esperada primera visita a Cuba.
¡Qué desilusión! Estás allá y ya no eres de allí. No conoces al grupo de moda, ni a dónde va la ruta 59, o qué novela están poniendo. Santiago o la Habana te es más ajena que Pekín...
Al segundo día, si no fuera por la familia, quisieras volver a casa. ¿A casa? ¿Pero no era esta tú casa? No perteneces a ningún lugar. No existes, todo es un espejismo.
En el aeropuerto, al regreso, esa vez no te harán tantas preguntas. Las preguntas te las vas a hacer tú... Si yo lo hubiera sabido antes. Tarda tiempo entender cuál es nuestro verdadero lugar.

Casados

Posted: miércoles, 29 de abril de 2009 by yannier RAMIREZ BOZA in Etiquetas:
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Historia real o ficción pueden pasar en cualquier momento en la isla de Cuba. Las cosa que dejé en Cuba, siguen pasando con el mismo espíritu de siempre. Quedaremos condenados a seguir pa’lante.
Antonio, francés de 32 años viajó a Cuba y se enamoró. Mariza de Céspedes y de Castilla, 28 años, soltera y sin hijos vivía con sus padres como era la tradición. Todos bajo el mismo techo(hasta que la muerte nos separe). Dos años de encuentros fueron suficientes para que Antonio se decidiera a casarse. La distancia era insoportable. Llegó el día. Hacía un calor insoportable. Santiago de Cuba, 39°, las 3 de la tarde y eran las 3 y media. Toda la familia estaba reunida. Antonio, que ya conocía el 50 porciento de los problemas burocráticos de la isla era incapaz de controlar su inquietud. Empezó a desilar su corbata. Sentía un calor sofocante.Y el notario que no llegaba.
-Si el hijo de puta del notario no viene esto se va pa’la pinga –susurra el padre de la novia a su mujer.
Contrario a la informalidad de muchos cubanos, los novios, los padres de la novia, los testigos y los invitados, llegaron puntuales a la notaría. Sólo faltaron los padres del novio, Francia.
-El notario vive en Chicharrones y a lo mejor no pudo coger la guagua –comentó un testigo, para calmar el ambiente.
-A lo mejor viene en bicicleta y de allá a aquí hay como veinte kilómetros. Esperemos un poquito más.
Antonio está tenso. Se va a levantar y la novia lo ataja. Lo atornilla a la silla con palabras muy dulces, como de miel.
-No te inquietes, mi amorcito. Ya sabes que estas cosas pasan aquí. ¿De verdad me quieres? ¿Me llevarás a conocer la Torre Eiffel? Nos pasearemos por la calle de Alcalá cogiditos de las manos, ¿verdad? Acuérdate que me prometiste llevarme a esa tienda enorme que se llama… que se llama… no recuerdo bien, algo así como el Carafure…
-Carrefour, mon amour. Claro, mi vida, lo que me desespera es esta estúpida espera. Je suis au point de me casser d’ici d'envoyer tout ça à la merde.
- No, señor. ¡Por nada del mundo! Mi hija se va a casar porque no es una cualquiera. Por favor, espere un poquito más –contestó la madre, que a pesar de no entender el idioma se la olió.
Y del notario, ni la sombra. José Manuel de Céspedes, el padre, se fue a la esquina a tomar un poco de ron, y no escuchó los gritos de alegría cuando al fin apareció el notario, disculpándose por la pequeña demora. Y ya posesionado de su puesto de mando, el hombre pasó lista a los convocados cual si fuera un jefe de pelotón.
-Testigos; amigos; padrinos; madre; José Manuel de Céspedes, José Manuel de Céspedes ¿no se encuentra José Manuel de Céspedes?
-¿Dónde pinga está metido tu padre?- gritó Antonio, al buen cubano.
José Manuel de Céspedes, que ya regresaba sin saber que el notario ya estaba en su mesa, apretó el paso al ver a su esposa, con la cara de diablo y con el pensamiento escrito(hijo de la gran puta, coño tu madre)
- ¡Desgraciao! ¿Dónde cojones te metiste? Al novio lo tenemos aguantao. ¡Si se levanta y se va se fue pa’la pinga todo esto y horvoir France!-se quedó sorprendida de lo rápido que va aprendiendo el Francés.
José Manuel de Céspedes estampó su firma en la casilla que no le correspondía. ¿Habría que hacer los papeles de nuevo? ¿Volver la semana siguiente, o mañana? Era lo peor que podía ocurrir. El vuelo Habana-Paris estaba fijado para las 11 y 10 del día siguiente.
Sofía de Castilla casi se desmaya. A la novia se le aflojaron las piernas. El novio no comprendía el nuevo contratiempo. Se instaló en el salón un silencio de sepulcro que rompió José Manuel de Céspedes encojonado.
-Doctor, los novios se van para la “Torre ifiele” esta noche, ¿cree usted que pueda hacer algo para subsanar el error? –lo miró con malicia. -Dé por seguro que se lo agradeceremos mucho.
-No se preocupe, de Céspedes, lo de la equivocación lo resuelvo con una nota al margen con mi firma y el cuño de la notaría.
Todos recobraron la respiración y la alegría.
- ¡Al fin casada! ¡Y bien casada! Ya salimos de ella. Antonio es una joya. Mariza y él nos ayudarán desde “franco”.
-Desde Francia Sofía, desde Francia
-eso mismo, que la Virgen de la Caridad del Cobre les dé mucha suerte y salud –murmuró al oído del marido.
José Manuel de Céspedes puso un billete de 20 CUC en el bolsillo del funcionario público, mientras se decía; “¡Al fin salimos de esto!" Luego, en el aeropuerto, se reunió otra vez con los novios a despedirlos, entre lágrimas y suspiros. En el último abrazo Sofía de Castilla tuvo tiempo de decirle a la hija:
-No te olvides que tu padre calza el 47 y tu hermanito el 24. Tu abuela la pobre consíguele las pastillas para cagar y un ventilador. Para mí aquella blusa y la cartera con perlitas que vimos en el anuncio de “carefole”. ¡Ah, y los "fulas", digo, los euros para arreglar la casa y comprar el televisor, el frío, la nueva cocina, el DVD! Bueno, mi'jita, tú llevas la lista. ¡Buen Viaje y que Dios los acompañe!

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